¿Cómo Calibrar el Balance entre Dos Personas Distintas?
Por el Rev. Juan Korszyk, M.Div.
· En nuestra reflexión de hoy vamos a ver dos interesantes maneras de proceder, que tienen su origen en la forma de ser de las personas distintas: Hay, por un lado personalidades armoniosas que vuelven a interactuar (en pareja) cuando se habla de las diferencias, y por otro personalidades conflictivas y la característica que lo distingue por la insistencia desequilibrada de enfrentar (en pareja) sin sentido de razón; naturalmente en diversos grados.
· Diagnosticando y reconociendo las diferencias entre la flexibilidad y la rigidez.
· Si no todos, algunos intentan expresar la clasificación de que tienen distintos modos de proceder entre ellos, (en pareja): “Yo soy más flexible que el otro” y, “no soy dominante así cómo es mi cónyuge”; y por supuesto, pueden ser apreciaciones propias, pero cada se expresa lo mejor posible de sí mismo, pues las cosas varían según el temperamento de cada uno.
· Es evidente que el conocimiento del temperamento es valiosísimo, además encontramos el deseo de evasión por un lado, y por el otro el de confrontación. Todo esto juega un papel muy particular en el comportamiento o proceder de cada persona.
· Todos, por nuestra propia voluntad, necesitamos ante todo, reconocer que cuando uno está en desacuerdo con el otro, eso no significa atacar.
· ¿Qué se aprende cuando usted anda buscando nuevas perspectivas para vivir con mayor comprensión entre usted y esa otra persona?. Por supuesto, se aprende que los resultados no son siempre ecuánimes, y por eso existe el temor de ser abandonado/a y rechazado/a, pero esto a fondo desafía a buscar la verdad de las normas y acuerdos (en pareja), ya algunos irán aprendiendo (lentamente). ¿Es normal o anormal aceptarse? Hay que reconocer que somos diferentes, pero que nos necesitamos el uno al otro. Pero no siempre se acepta que eso es así. También, es bueno reconocer que en sus relaciones con su familia (en pareja), ¡no pueden funcionar sin complicaciones! Es más, debemos aprender a soportar y valorar las diferencias del otro, en vez de manipular, presionar con descargas incontroladas del impulsivo que no sabe dominar las emociones para alcanzar el poder del control sobre el otro, y no el control de sí mismo.
· A veces, la flexibilidad es tolerancia. El diccionario de la Real Academia del Español define la tolerancia así: “… tolerancia es soportar al otro con la intención de entenderlo mejor”. Sólo a partir de esa comprensión de los intereses se ordenan mejor, aunque de vez en cuando expresan un sentir de malestar (de inseguridades propias), y la mayor dificultad en tales personas es revertir la exigencia a la tolerancia. Por supuesto, si no pueden revertir, esto trae consecuencias incómodas que exige ciertas actitudes ante la vida entre dos personas distintas. Seguramente, en la vida común hay diferencias. Es necesario destacar, que jamás los dos serán idénticos.
· Ser flexible no necesariamente es adoptar una actitud pasiva, (aceptar o aguantar todo.) Tampoco significa ser una persona permisiva hacia (la acción o la omisión), sin oponerse o sin responder con firme decisión. Tolerancia exige adaptación, comprensión, respeto y límites. No todos tienen el mismo concepto de flexibilidad. No sólo en la vida cotidiana probablemente se vive tensiones y diversos conflictos, cuya resolución a veces resulta transitoriamente incierta.
· A veces, el que es flexible no es una persona impulsiva y tiene más tolerancia a la frustración. También, a esa persona le es fácil reconocer en qué se ha quedado corto y qué le permite aprender más; pero cada uno debe, por su propia voluntad, empezar a levantar la mirada hacia un futuro mejor. Puede perseverar, puede responder bien por la actitud positiva a las exigencias de la vida, altamente recomendables para las posibles victorias cuando uno es flexible. Son realidades inscritas en la naturaeza humana que cuando se posee el optimismo demostrativo se puede adaptar a diferentes situaciones. Para el que es flexible, generalmente, es más fácil cambiar. Además, algo muy importante es reconocer cuando uno está mal, hay que arrepentirse y cambiar, saber dar vuelta a la página y que todo quede en el olvido.
· Así también, la persona rígida tiene una manera de ser, más dominante. Tiene bastante hipersensibilidad (especialmente el intolerante), tiene fuerte restricción emocional, y de ahí, la cólera reprimida que trae consigo muchas dificultades. Personas con esos caracteres, tanto hombres como mujeres, exigen con firmeza ser comprendidos e incluso en ocasiones ser adivinados.
· Ahora, de ambos lados, lo curioso y muy perjudicial es no reconocer los hechos, o soportar los defectos del otro/a. Por supuesto, está el riesgo, (no querer salir lastimado/a).
· Entonces, para la persona que es flexible hay ciertas ventajas, aunque no aplica a todos los casos, sino cuando se trata de alguien fuerte, abierto y sin complejos, con madurez personal.
Ambos extremos son malos: ¡Pongan atención al nivel de la exasperación e irritación personal! ¡Deben hablar con comprensión para respetarse sea cual sea el temperamento individual!
En momentos de duda o inseguridad, la firmeza temperamental ayuda a lograr buenos resultados con la actitud mental positiva. Sin embargo, como ya dijimos, los extremos son malos. Recordemos que cada persona como piensa, así se siente. La emoción es determinada por la manera de pensar. Si tiene ideas optimistas, producirán fuerzas productivas; por otro lado, el sentimiento de derrota, impotencia y la baja autoestima es producto del pensamiento pobre y negativo, (es la forma más fácil para destrozar la autoestima).
· Algunas cosas negativas del que es dominante. La persona generalmente dominante es el que se impone y no le importa nada del otro. A veces veo desde la perspectiva de crisis que el epicentro del sismo viene por manipular o presionar, y no respetar las diferencias. Algunos no pueden sugerir, pero sí reclaman y se enferman en silencio, les pesa más la desdicha. Puede ser por exceso de prudencia o por una profunda desconfianza con respecto a aquello que no es preferible para ellos.
· La rigidez trae consigo la agresividad. Ésta hará que se acumule una especie de rencor que desembocará en violentos enfrentamientos. Hay que cambiar de mentalidad, ya que el dominio de sí mismo, que permite discutir en común las dificultades que surgen, es siempre preferible a la cólera. Esta cólera a la que hago alusión es igual al peligro de la cólera fría, lo cual es como la irritación reconcentrada que no se desencadena en el interior y poco o nada beneficia a nadie. Es peligrosa, pues, en lugar de apaciguarse rápidamente mediante una explosión espectacular, dura días, a veces semanas, renovándose cada vez que se ve el objeto de la irritación. Para esto se requiere indagar cuáles son los motivos de la agresividad, buscar la espina (lo que molesta). Uno puede ser temperamental, pero al mismo tiempo ético y seguro/a de sí mismo, indefectiblemente indagar que (el temperamento es heredado). Es importante notar que es difícil cambiar la personalidad, pero no el autocontrol, y por supuesto de ahí el cambio de la conducta que es lo más importante de todo para vivir entre dos personas distintas.
· Pero la personalidad agitada, con actitud dominadora y con impulsos de intolerancia, demuestra cierta prepotencia y control sobre la otra persona.
· Algo más acerca de la cólera /enojo. Hay ciertas actitudes ante la vida de los protagonistas que son coléricos. Éstos pierden incluso la conciencia de lo que hacen y no se acuerdan de ello, una vez que ha pasado la cólera. Toca a los que los rodean limitar las consecuencias nefastas. Lo recomendable en este caso es reconocer que todos fallamos, que nosotros no estamos excentos de la irritación. Pero es peligroso utilizar la violencia contra un colérico desatado y no hay que abusar de ella. Aquí es muy importante e indispensable estar de acuerdo, que rara vez se madura sin contratiempos; es preciso admitir que la cólera surge como una reacción emotiva y violenta ante alguna contrariedad.
· A veces, el que es rígido no puede adaptarse al presente, teme al futuro y se refugia en el pasado.
· A veces, la rigidez nos detiene anclados en el pasado. Desde luego, es lo opuesto a la flexibilidad. Cada persona sabe que todos tenemos nuestra propia coraza, nuestra propia estructura y nuestro propio personalidad interna, y repetimos: estar en desacuerdo, no significa atacar al otro/a.
· A veces, la rigidez hace que el cónyuge sea el cubo de basura en el que vamos echando lo que ya no podemos retener.
· Generalmente, y con demasiada frecuencia la tendencia a la adaptación se ha intentado de un solo lado: ¡Debe ser simultáneamente una adaptación mutua!
· Generalmente, la rigidez es un deseo no satisfecho y que persiste. El significado que le damos es: “narcisismo” (está herido amor propio), la vanidad excitada, egoísmo, (miedo a hacer el ridículo) que con frecuencia incurre en incoherencias e incompatibilidad entre los cónyuges.
· La gente controladora es más rígida, más obsesiva y propensa a cerrarse y, por eso puede tener huecos emocionales, (no se sienten satisfechos). Esta persona se ha ido inhibiendo y reprimiéndose en sí misma: La consecuencia va a ser la co-dependencia.
· La recomendación es buscar la adaptación de caracteres, porque adaptarse es moverse paso a paso de manera mutua y comprensible, conseguir el acuerdo más satisfactorio para el desarrollo personal y relacional. Por otro lado (múltiples desacuerdos provienen de esta tendencia inmadura), pero (al que es dócil le es más fácil adaptarse con la otra persona).
· Escoger lo correcto: (cómo se piensa, así se siente). Tener ojos que miren el lado mejor, inclinarse a ver lo positivo.
Apreciar la libertad que tenemos no es tanto hacer lo que se me antoja, sino lo que me conviene.
El problema básico y crucial que hay que superar es el de la comunicación.
1. La forma de expresar uno y la forma de escuchar al otro.
2. La forma de expresar con respeto para entender lo que dice el mensaje del otro.
3. El momento adecuado para hacerlo, es decir, llevarlo activamente al campo de la acción.
· Para la persona herida – ¡Dios comprende! Con “su aceite” (de la unción del Espíritu Santo) sanará las heridas y los quebrantos de corazón, hincando los sentimientos hasta herirlos, pero a pesar de todo esto, la intervención de Dios con el bálsamo sanará aún el más alto grado de frustración y, se regocijarán entonces con gozo inefable y glorioso.
· No caigan en el lazo del Diablo; por ejemplo trampas – reproches – descrédito (I Timoteo 3:7), trampas de las cuales uno solamente se libra por el poder del Espíritu Santo. Como fue expresado en líneas anteriores: ¡Reconozca su necesidad y la superación será suya por el poder del Espíritu Santo!
· Dos libros de referencia para entender este balance entre dos personas distintas son:
La Vida de la Pareja, 3ra. Edición. Ediciones Mensajero,
Sancho de Azpeitia, 2 – 48014 BILBAO España.
¿En Qué Clase de Familia Quieres Vivir?
Por Juan Korszyk,
VOZ DE LA FAMILIA Ministries, Inc.
1ra. Edición 2003 Bellflower, California, U.S.A. 2003
Voz de la Familia (MINISTRIES, INC)
12054 183rd Street
Artesia, CA 90701