INTIMIDAD O INTIMIDACION

Diferencias entre la calidez de la intimidad y la

agresión encubierta de la intimidación.

Por John Korszyk, M.Div.

Me gustaría abordar el tema de lo que sucede cuando se produce el inicio de una relación verdadera, significativa que comienza con una atracción recíproca y abarca todas las áreas de la naturaleza humana.

Y al mismo tiempo, tratar el tema de la intimidación, muy común en estos días y socialmente lamentable, ya que produce un juego de enredos, muchas veces acompañados con arranques de ira y que daña las relaciones llevándolas a su ruptura.

Una relación sana se caracteriza por un compromiso de aquellos que quieren estar juntos, que pretenden disfrutar y tienen el deseo legítimo de producir un bienestar entre ambos.

Al realizar varias encuestas, se descubrió que a la hora de exteriorizar emociones la mayoría de las personas no saben cómo hacerlo y muchas veces lo que se debería comunicar con calidez se termina expresando con agresión o sequedad.

Podemos plantearnos esta pregunta: ¿qué es lo que ha arruinado la eficacia de la comunicación en las relaciones?

Poder entender e interpretar lo que implica una relación saludable junto a la persona que elegiste pata tener intimidad nos ayuda a no caer en la indiferencia que desemboca en la desilusión con el consecuente rechazo luego, a encarar nuevas relaciones significativas.

También nos protege contra conductas enfermizas que pueden desarrollarse cuando se pierde el sentido de lo que significa tener una verdadera intimidad.

A través de este artículo usted verá el beneficio de ella y sacará enorme provecho en su relación afectiva.

Para el ser humano, tener intimidad es poder conectar a nivel profundo, espiritual, afectivamente y física. En principio uno es atraído por la otra persona y surge el deseo de sentirse deseado, válido y a entablar una relación de amistad estrecha y de confianza.

Por eso, es importante que el acto de intimar con el otro, con la cual se desea compartir la vida no sea algo de palabra solamente sino con el deseo de un corazón que invita.

Pero lamentablemente, no todas las relaciones tienen un inicio sano. Algunas personas están acostumbradas a proceder con intimidación, obligando al otro a aceptar su persona y comportamiento como algo natural y si esto se produce por una cantidad de tiempo prolongada, la persona que recibe la intimidación se acostumbra de tal forma al maltrato, que terminan sin tener herramientas para defenderse a sí mismos.

Acá puede ser interesante entender el lenguaje de sarcasmo. Según el diccionario de la RAE, el sarcasmo se define como “burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se maltrata u ofende a alguien.” Se usa la burla y la humillación, el desprecio con el objetivo de provocar miedo en la otra persona y que termine haciendo lo que ésta quiere. Estos llamados (“bullies”) son un “matoneo” constante, para describir así a aquellos que usualmente se llevan por delante a los demás abusando del poder y que tienden a lastimar, (esto ocurre en áreas de juego, en los baños y pasillos, aún en los autobuses).

Sus víctimas, en general más pequeños e indefensos se convierten en chicos retraídos o deprimidos, por lo general no pueden expresar lo que les está sucediendo y normalmente se aíslan y se hacen una coraza para que nadie más pueda lastimarlos. Muchas veces las referencias a algún defecto o individualidad del carácter o del físico ( por ejemplo, tener anteojos, sobrepeso, ser alto o bajo, etc. pueden provocar risas (a todos) excepto a la víctima que se siente avergonzado y rechazado por sus pares.

La palabra intimidad, proviene del término del latín, (adverbio) – intus-, que es equivalente a “dentro” y en las relaciones puede significar contar o ver lo profundo, en contraposición con lo superficial.

Hoy, como una conducta habitual encontramos mucha burla, sarcasmo e

intimidación en forma de abuso verbal o miradas amenazantes; algunos

monopolizan la conversación frente a los menos experimentados, queriendo destacar y provocan una humillación intencional con el fin de ser admirados, de generar miedo, desprecio y distanciamiento a cualquiera que se acerque.

La intimidad expresa sentimientos personales en forma racional que exponen una actitud que implica darse a conocer, mostrar lo que realmente uno es; es una apertura honesta para que los demás sepan quiénes somos. Ese es el inicio de una relación con otra persona con la cuál decidimos tener un diálogo.

Sin embargo, la realidad puede complicarse si encontramos indiferencia en la parte opuesta.

Nos preguntamos entonces:

¿Intimar nos juega a favor o nos causa insatisfacción?

En la vida, nos vamos a encontrar con personas muy hábiles con sus palabras, pero pobres con sus emociones, personas sin valores, sin escrúpulos, con un corazón que ha sido socavado por la bajeza; y que sufren de esos malos efectos del odio, de un espíritu sin Dios ya que la mayoría de las personas viven exaltando su yo y ven al otro/a en su mínima expresión. Podrían llegar a tal punto de “materializarlo” y ver al otro como un objeto (una cosa), dándole un valor de acuerdo a si es me sirve para algo o no. Si esta relación hoy me da satisfacción y mañana no, la descarto y viven despojando y usando a los demás con el único fin de satisfacer sus propias necesidades, sin que le importe, menospreciándolo a tal punto que le roba el gozo, la estima y sus sueños.

Siempre que alguien te menosprecie es señal de que quiere ponerte por debajo de tu verdadero valor, ya sea por medio de insultos, falta de respeto, violencia física y/o psicológica. Debe ser una alerta para no permitir que esa persona avance. Poner límites es la primera medida para tratar con estos individuos. Ante una situación de intimidación no debemos aislarnos, sino tener un círculo íntimo y de confianza con el cual poder compartir lo que nos sucede.

Quisiera compartirte una promesa que te ayudará a poder detectar la verdad; Dios nos enseña en Juan 8:32: y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

El conocer la verdad y tomar acción sobre ella es la herramienta que Dios te regaló en este tiempo para tu vida, por más pesada y triste que sea, el té llevará por senda de justicia y verdad, para que seas libre.

Hay otra promesa en el Salmo 91:

El que habita al abrigo del Altísimo,

Morará bajo la sombra del Omnipotente.

Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;

Mi Dios, en quien confiaré.

El te librará del lazo del cazador,

De la peste destructora.

Con sus plumas te cubrirá,

Y debajo de sus alas estarás seguro;

Escudo y adarga es su verdad.

No temerás el terror nocturno,

Ni saeta que vuele de día,

Ni pestilencia que ande en oscuridad,

Ni mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.

Con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos…”

Puedes ahorrarte mucho sufrimiento si entiendes que Jesucristo y no alguna persona es el único que le da sentido a tu vida.

Ciertamente, no es fácil hablar de lo que es nuestro ser interior (intimidad) ya que es algo que nos sucede en lo profundo y que no siempre comprendemos. A veces necesito a alguien que pueda verme y ayudarme, eso es la amistad.

Por eso tenemos la opción de buscar la amistad y ayuda de Dios, como de ningún otro. Él prometió cubrirnos con su poder y velar por nuestra vida.

Cuando detectamos que estamos sufriendo una relación abusiva podemos encontrar en Dios esta ayuda y también ésta puede venir a través de amigos, familiares o asesoría profesional. Y cuando comprendemos que esto no significa una relación sana, podemos procurar salir de esta situación.

Las relaciones humanas tienen que edificar aún más nuestra vida y darnos la posibilidad de seguir creciendo y mediante una relación que se va profundizando, podemos ayudar al otro a ser mejor, que pueda sacar su mejor versión y en una relación sana esto sea recíproco, sigue por ese camino y Dios respalda el mutuo respeto.

Lo mismo puede aplicarse a cada ámbito de la vida.

Tenemos entonces el poder de “intimar”: expresarse con nitidez y amabilidad; sin discriminaciones prejuiciosas y sin caer en deslumbramiento, de exaltarse de manera egocéntrica. Debemos aprender a identificar a los sarcásticos, a los intimidadores y poner límites para evitar que éste individuo que viene a querer dañarte, el gozo, la paz logre su propósito.

Con el apropiado poder de Dios, vas a tener la sabiduría para detectar y no

permitir que avance el abuso en ningún área de tu vida, y de este modo poder practicar la regla de oro y tratar a tu otra mitad – como te gustaría ser tratado.

Sin perder la ecuanimidad. Es la forma de establecer relaciones de calidad.

En Filipenses 4:8 Pablo son alienta a ser “Controlados en lugar que nos controlen”– En Juan 10:10 Reina-Valera 1960 (RVR1960) dice:

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Te saluda cordialmente: John Korszyk y equipo de Voz de la Familia.

Te bendecimos y queremos poder apoyarte en oración si estás pasando por

tribulaciones o ayudarte y darte recursos y asistencia espiritual para poder poner límites a relaciones tóxicas. Te invitamos a “suscribirse” escribirnos

a: vozparati@gmail.com

Nos podes encontrar en www.vozdelafamillia.org

John Korszyk M.A. M.Div

Director and Counselor

Voice of the Family Ministries, Inc.

12054183rd Street, Artesia, CA 90701

(562) 402-7450

Tuesday, January 17, 2012

COMO CALIBRAR EL BALANCE ENTRE DOS PERSONAS DISTINTAS?

¿Cómo Calibrar el Balance entre Dos Personas Distintas?

Por el Rev. Juan Korszyk, M.Div.

· En nuestra reflexión de hoy vamos a ver dos interesantes maneras de proceder, que tienen su origen en la forma de ser de las personas distintas: Hay, por un lado personalidades armoniosas que vuelven a interacturar (en pareja) cuando se habla de las diferencias, y por otro personalidades conflictivas y la característica que lo distingue por la insistencia desequilibrada de enfrentar (en pareja) sin sentido de razón; naturalmente en diversos grados. 

· Diagnosticando y reconociendo las diferencias entre la flexibilidad y la rigidez.

· Si no todos, algunos intentan expresar la clasificación de que tienen distintos modos de proceder entre ellos, (en pareja): “Yo soy más flexible que el otro” y, “no soy dominante así cómo es mi cónyuge”; y por supuesto, pueden ser apreciaciones propias, pero cada se expresa lo mejor posible de sí mismo, pues las cosas varían según el temperamento de cada uno.

· Es evidente que el conocimiento del temperamento es valiosísimo, además encontramos el deseo de evasión por un lado, y por el otro el de confrontación. Todo esto juega un papel muy particular en el comportamiento o proceder de cada persona. 

· Todos, por nuestra propia voluntad, necesitamos ante todo, reconocer que cuando uno está en desacuerdo con el otro, eso no significa atacar. 

· ¿Qué se aprende cuando usted anda buscando nuevas perspectivas para vivir con mayor comprensión entre usted y esa otra persona?. Por supuesto, se aprende que los resultados no son siempre ecuánimes, y por eso existe el temor de ser abandonado/a y rechazado/a, pero esto a fondo desafía a buscar la verdad de las normas y acuerdos (en pareja), ya algunos irán aprendiendo (lentamente). ¿Es normal o anormal aceptarse? Hay que reconocer que somos diferentes, pero que nos necesitamos el uno al otro. Pero no siempre se acepta que eso es así. También, es bueno reconocer que en sus relaciones con su familia (en pareja), ¡no pueden funcionar sin complicaciones! Es más, debemos aprender a soportar y valorar las diferencias del otro, en vez de manipular, presionar con descargas incontroladas del impulsivo que no sabe dominar las emociones para alcanzar el poder del control sobre el otro, y no el control de sí mismo.

· A veces, la flexibilidad es tolerancia. El diccionario de la Real Academia del Español define la tolerancia así: “… tolerancia es soportar al otro con la intención de entenderlo mejor”. Sólo a partir de esa comprensión de los intereses se ordenan mejor, aunque de vez en cuando expresan un sentir de malestar (de inseguridades propias), y la mayor dificultad en tales personas es revertir la exigencia a la tolerancia. Por supuesto, si no pueden revertir, esto trae consecuencias incómodas que exige ciertas actitudes ante la vida entre dos personas distintas. Seguramente, en la vida común hay diferencias. Es necesario destacar, que jamás los dos serán idénticos.

· Ser flexible no necesariamente es adoptar una actitud pasiva, (aceptar o aguantar todo.) Tampoco significa ser una persona permisiva hacia (la acción o la omisión), sin oponerse o sin reacionar con firme decisión. Tolerancia exige adaptación, comprensión, respeto y límites. No todos tienen el mismo concepto de flexibilidad. No sólo en la vida cotidiana probablemente se vive tensiones y diversos conflictos, cuya resolución a veces resulta transitoriamente incierta.

· A veces, el que es flexible no es una persona impulsiva y tiene más tolerancia a la frustración. También, a esa persona le es fácil reconocer en qué se ha quedado corto y qué le permite aprender más; pero cada uno debe, por su propia voluntad, empezar a levantar la mirada hacia un futuro mejor. Puede perseverar, puede responder bien por la actitud positiva a las exigencias de la vida, altamente recomendables para las posibles victorias cuando uno es flexible. Son realidades inscritas en la naturaeza humana que cuando se posee el optimismo demostrativo se puede adaptar a diferentes situaciones. Para el que es flexible, generalmente, es más fácil cambiar. Además, algo muy importante es reconocer cuando uno está mal, hay que arrepentirse y cambiar, saber dar vuelta a la página y que todo quede en el olvido.

· Así también, la persona rígida tiene una manera de ser, más dominante. Tiene bastante hipersensibilidad (especialmente el intolerante), tiene fuerte restricción emocional, y de ahí, la cólera reprimida que trae consigo muchas dificultades. Personas con esos caracteres, tanto hombres como mujeres, exigen con firmeza ser comprendidos e incluso en ocaciones ser adivinados. 

· Ahora, de ambos lados, lo curioso y muy perjudicial es no reconocer los hechos, o soportar los defectos del otro/a. Por supuesto, está el riesgo, (no querer salir lastimado/a).

· Entonces, para la persona que es flexible hay ciertas ventajas, aunque no aplica a todos los casos, sino cuando se trata de alguien fuerte, abierto y sin complejos, con madurez personal. 

Ambos extremos son malos: ¡Pongan atención al nivel de la exasperación e irritación personal! ¡Deben hablar con comprensión para respetarse sea cual sea el temperamento individual!

En momentos de duda o inseguridad, la firmeza temperamental ayuda a lograr buenos resultados con la actitud mental positiva. Sin embargo, como ya dijimos, los extremos son malos. Recordemos que cada persona como piensa, así se siente. La emoción es determinada por la manera de pensar. Si tiene ideas optimistas, producirán fuerzas productivas; por otro lado, el sentimiento de derrota, impotencia y la baja autoestima es producto del pensamiento pobre y negativo, (es la forma más fácil para destrozar la autoestima). 

· Algunas cosas negativas del que es dominante. La persona generalmente dominante es el que se impone y no le importa nada del otro. A veces veo desde la perspectiva de crisis que el epicentro del sismo viene por manipular o presionar, y no respetar las diferencias. Algunos no pueden sugerir, pero sí reclaman y se enferman en silencio, les pesa más la desdicha. Puede ser por exceso de prudencia o por una profunda desconfianza con respecto a aquello que no es preferible para ellos. 

· La rigidez trae consigo la agresividad. Ésta hara que se acumule una especie de rencor que desembocará en violentos enfrentamientos. Hay que cambiar de mentalidad, ya que el dominio de sí mismo, que permite discutir en común las dificultades que surgen, es siempre preferible a la cólera. Esta cólera a la que hago alusión es igual al peligro de la cólera fría, lo cual es como la irritación reconcentrada que no se desencadena en el interior y poco o nada beneficia a nadie. Es peligrosa, pues, en lugar de apaciguarse rápidamente mediante una explosión espectacular, dura días, a veces semanas, renovándose cada vez que se ve el objeto de la irritación. Para esto se requiere indagar cuáles son los motivos de la agresividad, buscar la espina (lo que molesta). Uno puede ser temperamental, pero al mismo tiempo ético y seguro/a de sí mismo, idefectiblemente indagar que (el temperamento es heredado). Es importante notar que es difícil cambiar la personalidad, pero no el autocontrol, y por supuesto de ahí el cambio de la conducta que es lo más importante de todo para vivir entre dos personas distintas.

· Pero la personalidad agitada, con actitud dominadora y con impulsos de intolerancia, demuestra cierta prepotencia y control sobre la otra persona.

· Algo más acerca de la cólera /enojo. Hay ciertas actitudes ante la vida de los protagonistas que son coléricos. Éstos pierden incluso la conciencia de lo que hacen y no se acuerdan de ello, una vez que ha pasado la cólera. Toca a los que los rodean limitar las consecuencias nefastas. Lo recomendable en este caso es reconocer que todos fallamos, que nosotros no estamos excentos de la irritación. Pero es peligroso utilizar la violencia contra un colérico desatado y no hay que abusar de ella. Aquí es muy importante e indispensable estar de acuerdo, que rara vez se madura sin contratiempos; es preciso admitir que la cólera surge como una reacción emotiva y violenta ante alguna contrariedad.

· A veces, el que es rígido no puede adaptarse al presente, teme al futuro y se refugia en el pasado.

· A veces, la rigidez nos detiene anclados en el pasado. Desde luego, es lo opuesto a la flexibilidad. Cada persona sabe que todos tenemos nuestra propia coraza, nuestra propia estructura y nuestro propio personalidad interna, y repetimos: estar en desacuerdo, no significa atacar al otro/a.

· A veces, la rigidez hace que el cónyuge sea el cubo de basura en el que vamos echando lo que ya no podemos retener.

· Generalmente, y con demasiada frecuencia la tendencia a la adaptación se ha intentado de un solo lado: ¡Debe ser simultáneamente una adaptación mutua!

· Generalmente, la rigidez es un deseo no satisfecho y que persiste. El significado que le damos es: “narcisismo” (está herido amor propio), la vanidad excitada, egoísmo, (miedo a hacer el ridículo) que con frecuencia incurre en incoherencias e incompatibilidad entre los cónyuges. 

· La gente controladora es más rígida, más obsesiva y propensa a cerrarse y, por eso puede tener huecos emocionales, (no se sienten satisfechos). Esta persona se ha ido inhibiendo y reprimiéndose en sí misma: La consecuencia va a ser la co-dependencia.

· La recomendación es buscar la adaptación de caracteres, porque adaptarse es moverse paso a paso de manera mutua y comprensible, conseguir el acuerdo más satisfactorio para el desarrollo personal y relacional. Por otro lado (múltiples desacuerdos provienen de esta tendencia inmadura), pero (al que es dócil le es más fácil adaptarse con la otra persona).

· Escoger lo correcto: (cómo se piensa, así se siente). Tener ojos que miren el lado mejor, inclinarse a ver lo positivo.

Apreciar la libertad que tenemos no es tanto hacer lo que se me antoja, sino lo que me conviene.
El problema básico y crucial que hay que superar es el de la comunicación.

1. La forma de expresar uno y la forma de escuchar al otro.
2. La forma de expresar con respeto para entender lo que dice el mensaje del otro.
3. El momento adecuado para hacerlo, es decir, llevarlo activamente al campo de la acción.

· Para la persona herida – ¡Dios comprende! Con “su aceite” (de la unción del Espíritu Santo) sanará las heridas y los quebrantos de corazón, hincando los sentimientos hasta herirlos, pero a pesar de todo esto, la intervención de Dios con el bálsamo sanará aún el más alto grado de frustración y, se regocijarán entonces con gozo inefable y glorioso.

· No caigan en el lazo del Diablo; por ejemplo trampas – reproches – descrédito (I Timoteo 3:7), trampas de las cuales uno solamente se libra por el poder del Espíritu Santo. Como fue expresado en líneas anteriores: ¡Reconozca su necesidad y la superación será suya por el poder del Espíritu Santo!

· Dos libros de referencia para entender este balance entre dos personas distintas son: La Vida de la Pareja, 3ra. Edición. Ediciones Mensajero, Sancho de Azpeitia, 2 – 48014 BILBAO España.

    ¿En Que Clase de Familia Quieres Vivir? Por Juan Korszyk, VOZ DE LA FAMILIA Ministries, Inc. 1ra. Edición 2003 Bellflower, California, U.S.A. 2003

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(562) 461-7727

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